Las lesiones musculares son frecuentes en deportes como el fútbol, sobre
todo en el miembro inferior. Son de tipo extrínseco si las causa un golpe o
intrínsecas cuando se producen por estiramiento donde la fuerza tensional es
mayor que la resistencia del tejido muscular. Otros factores que afectan son la
temperatura a la que se encuentra el músculo y la fatiga.
En esta entrada voy a resumir un protocolo de actuación ante una lesión muscular,
basándome en las recomendaciones de una guía de práctica clínica de las
lesiones musculares realizada por los servicios médicos del F.C Barcelona y en
apuntes del Máster de Preparación Física y Readaptación en Fútbol. Cito
textualmente un párrafo de la mencionada guía:
Según las referencias de la literatura, se calcula
que un equipo profesional de 25 jugadores padecerá una mediana de 40-45
lesiones por temporada. (…) En las lesiones musculares, que suponen el 30-40%
de todas las lesiones, el riesgo lesional es de casi 2 por 1.000 h de
exposición, y cada equipo puede padecer
entre 10 y 14 lesiones musculares por temporada.
Con esta cita lo que quiero transmitir es que es un tema con el que seguro
tendremos que tratar si estamos enrolados en el staff técnico de un equipo de
fútbol (aplicable a otros deportes). Además, hay que considerar a un futbolista
como una persona, un trabajador (recurso humano) y, si nos encontramos en deporte élite, además
será una activo de mercado (compra y venta). Por tanto, siempre hay que tratar
de acortar los plazos de recuperación, y para ello es importante seguir un
protocolo contrastado y no dar pasos en falso. A día de hoy, el protocolo de
actuación ante una lesión muscular está consensuado y probado hasta aproximadamente el 7º día
post lesión. A partir de aquí, cada autor o grupo va estableciendo tipos de
ejercicios, intensidades y volúmenes en función de su experiencia y bagaje
personal. Es por esto por lo que voy a exponer el protocolo de solamente los
primeros 7 días post lesión. A partir del 7º día sólo doy una ligera idea de la línea en la que se puede seguir trabajando y que, para mí, tendría sentido.
Días
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Tratamiento
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0-3
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· RICE: Rest: reposo deportivo; Ice: crioterapia (hielo);
Compression: compresión mediante vendajes; Elevation: elevación de la pierna
lesionada.
· AINE (Antiinflamatorios No Esteroideos). No más
de tercer día, porque perjudicaría recuperación. Inflamación es una respuesta
de defensa natural.
· Analgésicos sólo si hay dolor fuerte.
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3-7
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· Activación muscular: movilización progresiva,
pasiva y lenta. Ejercicios isométricos: 4x10 6 s contracción, 2 s relajación.
Masaje suave (a partir del 5º día si no duele).
· Trabajo complementario: CORE y estiramientos activos
usando el antagonista de 12 s con 12 s recuperación. Sin que haya dolor.
· Mantenimiento cardiovascular: “el cojo no es
manco”. Además, el entrenamiento del hemicuerpo no lesionado también puede
causar adaptaciones en el hemicuerpo lesionado (médula espinal).
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>7º
día
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Introducir
progresivamente nuevos ejercicios según las sensaciones del jugador:
propiocepción, CORE, estiramientos, piscina, elíptica, bicicleta, ejercicios
concéntricos submáximos, carrera continua, ejercicios con balón, ejercicios
excéntricos submáximos, cambios de ritmo, etc. El tipo de ejercicio y la
intensidad vendrán dados según se vayan superando etapas. Así hasta llegar al
trabajo parcial con el equipo y, por último, hasta reintegrarse en el grupo.
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En los ejercicios, la intensidad máxima será la máxima molestia soportable,
sin superar el umbral del dolor. Además, hay que tener claro que el ritmo de recuperación
lo marcará el deportista en función de sus sensaciones y dolor. El fin del
proceso llegará cuando el futbolista pueda soportar sin molestias las mismas
sesiones de entrenamiento que sus compañeros. También hay que decir que los
plazos y recomendaciones han de concretarse en función del músculo lesionado y
de la magnitud de la rotura, este protocolo son solo pautas generales.
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