02 diciembre, 2013

Método para estimar los años desde el PHV (madurez)

En la entrada anterior hicimos un repaso general sobre la evolución madurativa en lo que a tamaño se refiere. Hablamos de edad biológica. Un método preciso para hallar la edad biológica es mediante el cálculo de la edad ósea. Normalmente este método no estará a nuestro alcance y es costoso. Por eso, os presento una alternativa que he conocido este año a través del Minor in Sport Performance and Enhancement que estoy estudiando en Nijmegen (Holanda) y he utilizado en un equipo de baloncesto sub-16. Básicamente lo que hace es estimar la “maturity offset”, que viene a ser el estado madurativo de los niños (tiempo en años desde el PHV) usando variables antropométricas (altura, altura sentado, longitud de piernas y peso). Recordemos que el PHV (Peak Height Velocity) es el momento de la vida de un individuo en el que su tasa de crecimiento aumenta considerablemente (sin tener en cuenta los primeros años de vida, ya que a la edad de 2 años los niños a menudo miden la mitad de la que será su altura adulta). Esto suele ocurrir justo antes o durante la pubertad.



Para llevar a cabo esta estimación hará falta, como ya he dicho, saber algunos parámetros antropométricos (todos en centímetros): altura, altura sentado (desde el extremo superior de la cabeza hasta el plano de sustentación) y longitud de las piernas (resultante de restar la altura sentado a la altura). También hay que saber el peso (Kg) y la fecha de nacimiento de los deportistas. Es importante realizar las mediciones rigurosamente con una técnica de medida adecuada para que los resultados sean lo más válidos y fiables posible. Para aplicar las fórmulas hay que saber la edad exacta a día de la medición de las variables antropométricas. Ésta se obtiene de: ((día del mes las mediciones – día de nacimiento) / 365) + ((mes de las mediciones – mes de nacimiento) / 12) + (año de las mediciones – año de nacimiento). Tras saber estos datos, sólo quedaría aplicar las siguientes fórmulas aportadas por Mirwald et al. (2002).

En chicos:

Maturity offset= -9,236 + 0,0002708 x (Longitud de piernas x Altura sentado) – 0,001663 x (Edad x Longitud de piernas) + 0,007216 x (Edad x Altura sentado) + 0,02292 x (Peso / Altura x 100).
Según los autores, esta fórmula presentó un R = 0,94 (R2 = 0,891).

En chicas:

Maturity offset= -9,376 + 0,0001882 x (Longitud de piernas x Altura sentado) + 0,0022 x (Edad x Longitud de piernas) + 0,005841 x (Edad x Altura sentado) – 0,002658 x (Edad x Peso) + 0,07693 x (Peso/Altura x 100).
Para la fórmula de las chicas R = 0,94 (R2 = 0,890).

Los autores del artículo dicen que el estado madurativo puede ser estimado con un error de ±1 año en el 95% de los casos, lo que sería suficiente para llevar a cabo una clasificación de estado madurativo. Hay que tener en cuenta la dificultad del asunto, puesto que no hay ningún método infalible ni cien por cien preciso. Además otros métodos requieren de unos recursos y un material del que en la gran mayoría de ocasiones no dispondremos. Por tanto, considero este método como muy útil para tener una idea del estado madurativo de nuestros deportistas.



Aquí os dejo la tabla del equipo de baloncesto sub-16 en el que he aplicado el método. El PHV se obtiene de restar el resultado de "maturity offset" a la edad calculada. Así obtenemos la edad a la que el deportista tuvo (o tendrá, si el resultado de "maturity offset" es negativo) el PHV. En este caso, todos los jugadores han pasado el PHV (porque el resultado de “maturity offset” son números positivos), pero los datos remarcados en color verde señalan a los jugadores que lo han superado hace menos de un año, por lo que su velocidad de crecimiento aún debe de ser importante. En cambio, al final de la tabla aparecen jugadores que tuvieron el PHV hace más de 2 años. De estos deportistas no se espera mucho más crecimiento.



Como veis en esta gráfica, en el mismo equipo tenemos, por ejemplo, a Steff, cuyo estado madurativo es muy superior a la media (en años), y a Martijn, que recientemente ha pasado su PHV. Ya en la anterior entrada mencioné algunas de las aplicaciones prácticas que podía tener este hecho.

Esto es todo en esta entrada, espero que os haya gustado, que la apliquéis y que me dejéis saber qué tal os ha ido.

Referencias:

Mirwald, R. L., Baxter-Jones, A., Bailey, D. A., & Beunen, G. P. (2002). An assessment of maturity from anthropometric measurements. Medicine and Science in Sports and Exercise, 34(4), 689-694.
Kenney, WL., Wilmore, JH., & Costill, DL. (2012). Physiology of sport and exercise. Estados Unidos: Human Kinetics.

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