30 noviembre, 2013

Estado madurativo

Hoy escribo sobre algo de vital importancia cuando se trabaja con el deporte base como lo es el estado madurativo de los deportistas. Un aspecto a tener en cuenta es la diferencia entre edad biológica y edad cronológica que podemos encontrar en un deportista joven: la edad cronológica es de la que hablamos siempre, el tiempo desde el día de nacimiento hasta la actualidad; la edad biológica tiene que ver con la madurez fisiológica. Como sabéis, niños de una misma edad cronológica (13 años por ejemplo) pueden tener una edad biológica diferente (uno 12 años mientras que el otro “ha desarrollado” más rápidamente y tiene 14 años). Esto suele ocurrir en el deporte base. En todos los equipos pueden verse, sobre todo a estas edades de 12 a 16 años, niños y niñas que, teniendo la misma edad, aparentan una muy distinta.

El Peak Height Velocity (PHV) es el momento en el tiempo en el que una persona aumenta de manera considerable su crecimiento. Suele ocurrir justo antes de la pubertad. En niños a menudo ocurre en la edad de 14 años y en las niñas a los 12. La altura máxima normalmente se alcanza a los 18 años los chicos y a los 16 las chicas. Como veis, las niñas maduran fisiológicamente unos dos años antes que los niños. Hay que tener en cuenta que esto sólo es orientativo, ya que precisamente de esto estamos hablando hoy, de las variaciones personales que pueden darse en estos procesos de crecimiento, por lo que pueden darse casos de personas que sigan creciendo hasta los 20 o 21 años. 



En cuanto al peso, sigue una evolución similar a la altura, aunque ligeramente retrasada (medio año aproximadamente). Es decir, primero se crece en altura y unos meses después se gana el peso que compensa esa ganancia en altura. Una diferencia entre géneros la encontramos en el crecimiento muscular, que aumenta paralelamente al peso hasta la pubertad, momento en el que los chicos experimentan un pico debido a la testosterona (hormona eminentemente masculina). El pico de crecimiento de la masa muscular ocurre en chicos entre los 18 y 25 años y en chicas entre los 16 y 20. La testosterona para los chicos y los estrógenos para las chicas son las que determinan que, una vez alcanzada la madurez, las mujeres tengan relativamente a su peso un 10% más de masa grasa que los hombres. Por otro lado tenemos el sistema nervioso: el equilibrio, la agilidad y la coordinación mejoran conforme lo hace este sistema, por tanto, los movimientos más rápidos y precisos no se desarrollan completamente hasta que se produce la completa mielinización de las fibras nerviosas, lo que acelera la velocidad de transmisión de los impulsos eléctricos. Recordemos que la mielina es una sustancia que forma parte de los axones de las neuronas, que es aislante a la electricidad, permitiendo, de esta manera, que los impulsos nerviosos “salten” del espacio que hay entre una vaina de mielina a otro, permitiendo una conducción eléctrica más rápida. La mielinización ocurre sobre todo durante la niñez pero se mantiene hasta más allá de la pubertad.

¿Por qué es importante todo esto de la madurez?
  • Porque la medida de la madurez podría aplicación específica en la clasificación de los niños para practicar deporte durante la adolescencia. Es decir, ¿no sería más idóneo formar grupos en función de la edad biológica de los niños? El nivel seguramente sería más parejo, con posibilidades de éxito semejante en las tareas.
  • Saber el estado madurativo es el punto de partida para saber en qué medida el ejercicio físico influye en la maduración del niño y también para saber cómo afecta un estado madurativo al rendimiento del niño.
  • Al conocer el PHV y el estado madurativo de un niño podemos tener una idea sobre el potencial de crecimiento de dicho niño, lo que tendría una especial aplicación a la hora de detección de talentos.
  • Enlazando con la idea anterior que relaciona estado madurativo y detección de talentos, podría ser que un niño destaque en un deporte simplemente por haber alcanzado el 95% de su desarrollo total y, por tanto, ser fisiológicamente superior al resto de compañeros. Ante esta situación podría caerse en el error de seleccionarlo como talento, sin tener en cuenta el potencial de crecimiento que aún le resta, y que podría ser insuficiente en el rendimiento de élite. O esta misma idea, al contrario: un niño con retraso en su edad biológica respecto a la cronológica que, a pesar de ser tener un buen bagaje técnico y táctico, no destaca porque sus compañeros son físicamente más fuertes, lo que hace que no sea seleccionado como un talento, pero que en un par de años podría igualarse o incluso superar físicamente a sus compañeros.

Hemos hecho un breve repaso sobre el desarrollo, el crecimiento y la madurez, sin tener en cuenta el sistema cardiorrespiratorio o los sistemas metabólicos. Queda “mucha tela que cortar” aún sobre este tema, pero la idea era dar una visión general sobre lo que vemos a simple vista del estado madurativo en los deportistas jóvenes y sus consecuencias o aplicaciones. En los próximos días escribiré otra entrada donde contaré cómo se le puede dar aplicación práctica a este asunto.

Referencias:

Kenney, WL., Wilmore, JH., & Costill, DL. (2012). Physiology of sport and exercise. Estados Unidos: Human Kinetics.

1 comentario:

  1. muy buen aporte! soy profesora recien recibida y si escuche hablar del las fases sensibles del desarrollo madurativo de los chicos pero no con las siglas pertinentes PHV y desde luego que para el ambiente es imposible no conocerlas... desde ya buen aporte!

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